Que bien me lo paso pintando
La pintura como cualquier otro tipo de actividad es un aprendizaje que se puede enseñar a través del ejemplo.
Si el chiquillo está acostumbrado a ver a su papá o a su mamá pintando, seguramente se sentirá atraído por los pinceles, por las pinturas, lápices, colores, formas, etc. De ningún modo debemos olvidarnos que los niños aprenden todo por imitación. Despertado el interés, ahora solo queda a los padres motivarlos y orientarlos en todo lo que sea posible.
Cómo motivar a los niños
La pintura no define la antigüedad. A partir del momento que el bebé consigue sujetar un objeto en la mano, podrá principiar a hacer garabatos, dibujar y pintar. Es uno de los ejercicios más gratificantes para el pequeño y sus padres. La pintura es una actividad que, como muchas, debe desarrollarse siempre bajo la vigilancia de un adulto, principalmente cuando la hace un crío muy pequeño. Nunca se sabe lo que se les puede ocurrir hacer con un pincel, un impulso de pintura o un lápiz.
Pintura infantil
Existen muchas maneras de admitir al inmaduro por el camino de la pintura. Una de las alternativas son los libros especialmente preparados para pintar. En ellos encontrarás una infinidad de dibujos de flores, muñecos, animales, etc., para que los niños los coloreen, incluyendo pintura y pincel. Incluso hay libros que incluyen espumas para que los niños aprendan nuevas técnicas, y otros incluso contienen pinturas apropiadas para que los niños pinten con sus propios dedos y manos.
A partir de los 5 o 6 años, los niños ya querrán crear, de una forma más libre y personal. Es el momento ideal para comprarles materiales más variados y disponerlos en una bolsa o cajita, estableciendo así su propio material para pintura, y creando un entorno más primoroso. Prueba utilizar diferentes materiales en la pintura de tu hijo. Desde una hoja de papel hasta tejidos y lienzos. Ten mucho cuidado para no acotar su creatividad. El Paraíso no siempre tiene que ser azul. Déjale que vea las cosas como él quiera.
La pintura es arte, y como tal, no debe ser una actividad repetidora ni condicionada a viejos patrones. Los cursos de pintura de niño todavía son recomendables; en ellos los niños pueden ilustrarse a utilizar diferentes materiales y distintas técnicas. Otra forma de motivar a los niños a la pintura es llevarles a saludar exposiciones de diferentes pintores. Para los más pequeños, hay museos que ofrecen visitas guiadas especialmente para niños, encima de talleres y juegos.
Muchos padres creen que los museos no son lugares especialmente apropiados para los niños ya que pueden aturdir a los demás. Sin retención, a la primera reconocimiento que hacen con sus hijos a un museo, muchos padres se sorprenden con el comportamiento de los hijos. Los niños imitan. Y se ven que allí todos buscan hacer silencio, él incluso lo hará.
Los beneficios de la pintura para los niños
La pintura estimula la comunicación, la creatividad, sensibilidad, y aumenta la capacidad de concentración y expresión de los niños. Será por eso que la pintura está además indicada en los tratamientos terapéuticos de los niños. Con la pintura se disminuye la ansiedad y se amenizan los miedos y las expectativas.